La iluminación en el hogar, negocio u oficina es fundamental. Para satisfacer adecuadamente las diversas necesidades, se requieren distintos tipos de bombillas. La variedad es bastante amplia y por eso hay que conocer bien sus características, funciones, alcances y ventajas de cada una de ellas.
Clases de bombillas
Las bombillas se pueden agrupar en cuatro grandes categorías, que incluyen las lámparas de halógeno, incandescentes, ledes y los bombillos de bajo consumo. A continuación, sus principales detalles:
- Incandescentes: Son las conocidas bombillas estándar, las que siempre se han visto desde su invención. Para emitir su luz, deben calentar un filamento interno hasta volverse incandescente, esto genera calor en el proceso. Son las más económicas, pero están prohibidas en México desde 2012 debido a que consumen mucha energía en perjuicio del equilibrio ambiental.
- Halógenas: Esta clase de lámpara genera una luz natural, muy potente y de gran alcance. También se retiraron del mercado en 2018, pese a que son entre 30 y 40 % más eficientes que las tradicionales. Con la llegada de modelos de mayor rendimiento energético se descontinuaron.
- Bajo consumo fluocompactas: Combinan gases y sales que al entrar en contacto con una corriente eléctrica emiten una luz limpia y clara. Son 80 % más eficientes que las bombillas incandescentes y se pueden elegir en distintas tonalidades de luz. El único inconveniente es que hay que esperar algunos segundos para que enciendan totalmente.
- Lámparas led: Son las más modernas y eficientes que podemos encontrar en el mercado. Tienen un mínimo consumo de energía eléctrica y emiten una gran cantidad de luz. Además, pueden durar hasta más de 50 000 horas y no generan ningún tipo de calor. Son las bombillas más utilizadas y, sin duda, la mejor opción por el alto ahorro energético que producen tanto para la economía personal como la conservación del medioambiente.
Consejos para ahorrar en tu factura de luz
Disminuir el consumo de energía eléctrica reducirá significativamente tu facturación del servicio, lo cual se traduce en ahorro directo para tu bolsillo y en menor impacto ambiental. Para reducirlo, se deben seguir algunas recomendaciones básicas, entre las que destacan:
- Revisar la potencia contratada: A veces, el consumo que se necesita es inferior a la potencia de energía que se ha contratado y, por consiguiente, se pagan tarifas mayores. Si revisas bien, puede que no requieras tanto y puedas pedir que te la reduzcan.
- Elegir las bombillas adecuadas: Hay lugares que no precisan mantener una luz encendida de forma permanente, como puede ser el baño, y que con solo colocar una bombilla fluorescente de bajo consumo es suficiente. No sucede así en los pasillos o estancias de gran uso donde lo recomendable es instalar lámparas led.
- Incentivar la cultura del ahorro: Todos en la familia deben tener consciencia de lo importante de mantener apagadas las luces cuando no se necesiten. Es una forma efectiva de ayudar a la economía familiar mientras se preserva el planeta.
- Utilización de energías renovables: Siempre es bueno evaluar la instalación de sistemas de producción de energía verde, es decir, ecológica y renovable, como la solar, que se puede obtener a través de células fotovoltaicas que se encuentran fácilmente en el mercado.
En ese sentido, el gobierno mexicano impulsa diversos programas de ahorro energético en los que puedes consultar la manera cómo te puedes sumar a ellos y colaborar con tu granito de arena.
Elegir correctamente las bombillas que se van a instalar en la casa o negocio es esencial para ahorrar en las finanzas y, a la vez, para ayudar a conservar la Tierra. No es cualquier cosa todo lo que se logra con solo seleccionar bien.
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