Las hidrolavadoras son las nuevas máquinas de limpieza que han llegado para quedarse. Seguramente ya has escuchado de ellas y te sientes atraído por sus ventajas, pero, antes de acudir a tus proveedores de herramientas de confianza, te recomendamos averiguar sobre sus usos y cuidados.
En este artículo te diremos todo lo que necesitas saber al respecto.
¿Qué es una hidrolavadora y para qué se usa?
Sus nombres son muchos: hidrolavadora, hidrolimpiadora, hidrojet, máquina de lavado a presión o (coloquialmente) karcher. Sin importar cómo la llames, su uso es el mismo: esta herramienta se encarga de rociar agua a alta presión. Su potencia la hace adecuada para limpiar objetos y superficies con más eficiencia de la que asegura una manguera, además de que gastan hasta un 80 % menos de agua.
Su manera de funcionamiento no ofrece dificultades al usuario. Después de conectarla a una manguera, acumula el agua suficiente para que la boquilla la regrese al exterior con un chorro potente. Muchos modelos incluso permiten que se les agregue detergentes, por lo que el trabajo se facilita considerablemente.
Siguiendo tan sencillos pasos, los usos posibles de la hidrolavadora son numerosos:
- Gracias a su potencia, puede eliminar pintura no deseada.
- Ayuda a limpiar superficies en las que abunden el lodo y el moho.
- Facilita la limpieza de automóviles.
- Ayuda a brindar mantenimiento al revestimiento de pisos, techos, edificios y construcciones.
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Cuidados de las hidrolavadoras
Por supuesto, para sacar el máximo provecho de la máquina hay una serie de cuidados que tener en cuenta. A continuación, te enumeramos los aspectos más importantes que debes saber y, si te apegas a ellos, evitarás accidentes y aumentarás la vida útil de tu nueva adquisición.
- Revisa el tipo de boquilla de tu hidrolavadora, ya que no todas son iguales. La implementación de una muy potente en una superficie incorrecta podría dañarla.
- A pesar de sus múltiples ventajas, no te excedas en su utilización. La frecuencia más allá de lo recomendable llevaría a un sobrecalentamiento del motor.
- Si tu hidrolavadora permite detergentes, tómate el tiempo de leer cuáles son los aprobados por el fabricante. Emplear uno inadecuado comprometería su vida útil.
- El límite de calor en el agua permitido para las hidrolavadoras es de entre 40° y 50° centígrados. Aumentarlo puede agrietar la bomba.
- Limpia desde el suelo, subir escaleras con la máquina podría ocasionar accidentes para el usuario.
- Debe dársele mantenimiento regular a la hidrolavadora. Lo más importante es limpiar el filtro de entrada para el agua, una actividad sencilla, ya que no requiere desmontar toda la máquina.
- La precaución es imprescindible con un aparato que utiliza la potencia como su principal atractivo.
- Asegúrate de que no haya fugas. Su presencia disminuye la potencia con la que sale el agua, por lo que la efectividad a la hora de limpiar también se compromete.
- Si descubres que uno de los cables está roto, no uses la hidrolavadora antes de solucionarlo. Los accidentes con electricidad siempre son evitables.
- Cuando hayas acabado de limpiar, saca de la máquina toda el agua restante. De no hacerlo, se corre el riesgo de daños en la válvula de sobrepresión debido a la presión que se guardó entre un uso y el siguiente.
Ahora que te informaste más sobre qué es una hidrolavadora, sus usos principales y el modo correcto de brindarle cuidado, solo falta descubrir las diferentes opciones que existen en el mercado actual. Con la opción de tu preferencia (eléctrica, de motor, etc.), la limpieza de las zonas más complejas de tu hogar se agilizará de forma considerable.