Las clavadoras neumáticas pertenecen a ese tipo de herramientas de carpintería esenciales tanto el hogar como en el taller. Esto es válido aunque no te dediques profesionalmente a esta actividad, pues estando en casa siempre aparece un trabajo o reparación en donde te pueden ser de utilidad. Su uso es bastante intuitivo y sencillo. En este artículo te presentaremos una breve descripción de ellas y su clasificación.
Clasificación de las clavadoras neumáticas
Una clavadora neumática es una máquina herramienta que al encenderse utiliza la fuerza proveniente del aire comprimido en su reservorio para insertar un clavo de manera instantánea. La fuerza de eyección que estos dispositivos pueden ejercer sobre los clavos es varias veces mayor que la que cualquier ser humano pudiera imprimir con un martillo convencional, por este motivo, es importante seguir las recomendaciones de seguridad oficiales cuando se utilice.
A diferencia de otras máquinas, las que funcionan con aire comprimido suelen ser usadas en muchas más aplicaciones debido a su velocidad de respuesta y fuerza de disparo. Estos dos parámetros son esenciales cuando requieras rapidez y precisión en tus trabajos de carpintería o reparaciones varias. Teniendo esto en mente, te presentamos ahora cómo se clasifican. Analiza cuál te conviene adquirir:
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Clavadoras para montaje de estructuras.
Este es el tipo de más potente que existe en el mercado. Se usan principalmente para armar cercos, cobertizos, o bien, en trabajos de jardinería. En cualquier caso, se trata del montaje y construcción de estructuras destinadas a soportar algún tipo de carga mecánica. Los calibres de clavo que estas máquinas manejan van desde los 2,8 mm hasta 3,5 pulgadas de diámetro.
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Clavadoras para clavos tipo pin.
Son ampliamente utilizadas en la fabricación y reparación de muebles. Te recomendamos que las utilices en trabajos como artesanías o bien, donde requieras precisión y exactitud. Los calibres que se pueden emplear con este tipo de dispositivos van desde los 0,8 mm hasta 1,5 pulgadas de diámetro.
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Clavadoras para clavo tipo brad.
Las clavadoras de esta categoría están diseñadas para piezas pequeñas. Los clavos que se deben usar preferiblemente tienen un cabezal en T, son muy delgados y pueden avellanarse. Los calibres van desde 1 mm hasta 2 pulgadas de diámetro. Las aplicaciones más comunes de este tipo de herramientas son trabajos de tapicería, fijación de molduras, artesanías, y sujeción de piezas finas.
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Clavadoras para montaje de techos.
Son herramientas diseñadas para sujetar materiales con los que se fabrican techos. Estos elementos suelen ser tejas, láminas de PVC o de aluminio. Su estructura permite alojar una mayor cantidad de clavos en la recámara. Los dispositivos que pertenecen a esta categoría son los más ligeros y sencillos en su operación. Los calibres que se utilizan van desde 0,75 pulgadas hasta 1,75 pulgadas de largo con diámetros muy variados.
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Clavadoras para hormigón.
Son las clavadoras más fuertes que existen. Se usan para aplicaciones de tipo industrial en ambientes rudos. Como su nombre indica, es ideal para trabajos donde la materia prima es el hormigón o maderas muy duras como el pino o el roble.
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Clavadoras engrapadoras.
Sirven para sujetar piezas de madera pequeñas. Por lo general, estas herramientas son usadas para la construcción y confección de muebles o aparatos pequeños de manufactura muy sencilla.
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Clavadoras para pisos.
Son ideales para la tapicería y el alfombrado de pisos de linóleo, madera o duela. El mecanismo de estas herramientas ayuda a que el clavo sea insertado en el material sin causar fisuras que lo dañen.
Estas máquinas herramienta son bastante funcionales. Hay una amplia gama de trabajos que puedes efectuar de forma más precisa con una clavadora neumática. Aunque la mayoría de estos trabajos están relacionados con la carpintería, también hay muchas otras aplicaciones donde te pueden ser útiles. ¡Anímate a usarlas!